1. Nada se desperdicia: 

Si compras pollo y retiras el cuero, en vez de botarlo puedes optar por refrigerarlo y agregarlo en un caldo de pollo, como saborizante para arroz o base para cremas. Siempre procura darle uso a aquello que piensas desechar, también te va a sorprender descubrir que la comida que has estado refrigerando o que guardas durante la semana puede resultar en una deliciosa e ingeniosa receta.

2. Aprende el arte combinar: 

Al utilizar carnes, procura crear recetas que se puedan combinar con verduras, carbohidratos, cereales… Así que lo que prepares se verá mucho más completo y abundante.

3. Disfruta de la temporada: 

Cada cierto tiempo algunos alimentos se vuelven de temporada, adquiérelos porque su valor disminuye gracias a la cantidad que se está produciendo. Encontrarás precios muy cómodos.

4. No siempre tiene que ser carne: 

Si te centras en que tus recetas deben tener carne, pollo o pescado puede que te salga mucho más costoso o que la cantidad no alcance para todos los comensales. Prueba hacer recetas a base de verduras, frutas u otros ingredientes que de vez en cuando no tengan carnes. 

¡Si necesitas ideas para disfrutar con vegetales, ingredientes de temporada en tu lugar de residencia o ingeniosas ideas que convertirán los ingredientes básicos en deliciosas recetas, no dudes en visitar nuestro canal de Youtube e inspirarte! 

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