¡Convierte lo que preparas en tu negocio!

Lo más probable es que en esta temporada no hayas pensado en abrir un restaurante ni comenzar a vender a domicilio, pero como lo nuestro es el optimismo y sabemos que esta podría ser una gran oportunidad para que comiences a planificar tus sueños y ahorrar, decidimos darte algunas ideas para que puedas planear junto a nosotros.

Comencemos con lo que sabes hacer y lo que te parece que podrías funcionar más en el sector en donde vives o en donde quieres poner tu propio local.

Comida rápida: Es infaltable y a la mayor parte de las personas les gusta, pero podrías pensar, ¿no hay ya suficientes? y sí, es lo más seguro, es por eso que si quieres enfocarte en un negocio de comidas rápidas debes ir más allá de las mismas hamburguesas, pizzas y hot dogs típicos. ¿Qué tal añadir a tu menú ideas como un hot dog estofado, una queso hamburguesa o una pizza omelette? ¡Ideas novedosas para hacer de tu comida algo diferente y lleno de sabor!

 

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Heladería y postres: Si tu especialidad está en los postres, entonces puedes optar por preparaciones y recetas llenas de sabor que van a endulzar a tus clientes. Para eso podrías simplemente vender helados, pero no hay como ofrecer experiencias y sabores diferentes.

Podrías combinar  las frutas con el chocolate y crear deliciosos crepes, o sorprender a tus clientes con unas deliciosas tostadas francesas y hasta con un sándwich de helado. ¡Haz que tu especialidad sea sorprender al paladar!

Soluciones vegetarianas y saludables: Puede ser una categoría que casi no se ve, lo que te da el beneficio de demostrarle a las personas que comer saludable o vegetariano también significa probar deliciosas recetas; además podrías enfocarte a clientes que piensen en su cuidado y practiquen deporte. Algunas deliciosas ideas serían unos chips con fruta para compartir con amigos, una cena veggie o unas flautas fitness.

Lo último y no menos importante que nos queda por decirte es que aunque tu talento te dará esa pizca de éxito que tu negocio necesita, debes prepararte, ensayar y practicar mucho tus recetas para hacerlas como un o una chef profesional.